
Lo mismo que el águila nos ha sucedido dentro del distrito 4865, que viene del 4860 y parte del 4870, en un proceso de renovación.
Yo me referiré solamente al ex 4860, en donde he percibido lo siguiente:
- Que para los socios y los clubes es como que no se hubiera producido cambios importantes porque siguen marchando tal cual como fueron concebidos en su seno.
- En cambio, se nota la variación en la gobernación, y en su equipo distrital en donde, han tenido que duplicar esfuerzos para lograr sus metas, en especial, el gobernador, con sus viajes y asistencias. Pero así como el águila que tuvo que decidir entre morir y vivir 30 años más, también el distrito tuvo que tomar la decisión de ser más grande y afrontar la tarea con un distrito más grande y con mayor numero de socios.
- Y ahora para comenzar a encontrar la renovación como el águila, tenemos que producir cambios, y les dejo un desafío para que Ustedes lo piensen que son las reuniones interclubes entre Mendoza y San Juan con los de San Luis y La Pampa.
EGD Enzo Gallina R.C. Barraquero Mendoza
Esta Primera Conferencia del Distrito 4865 de Rotary International es resultado de un feliz advenimiento.
No hace mucho, frente a la evolución de circunstancias y por razones de practicidad institucional o administrativa, se dio en crear este joven Distrito. Hoy conforma una nueva unidad geográfica, variada en sus relieves físicos pero consustanciada en sus recursos humanos.
La totalidad de los clubes de las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis y dos del noreste de La Pampa se esfuerzan hoy por mantener y acrecentar el ideario de Rotary, en actitud de entrega y servicio.
Cumplimos hacia fuera porque cuidamos el adentro, donde reina el espíritu de compañerismo y amistad que constituyen las herramientas básicas para la acción solidaria.
Y es esta una prueba más de lo que algunos han dado en llamar “el milagro rotario”.
En nuestro Distrito se amalgaman los acentos cuyanos con la voz llana de La Pampa; se asocian las formas del telurismo, esa influencia que el paisaje imprime en sus hombres y mujeres; se entremezcla la cultura de los hijos de la tonada o la cueca con la que heredamos de lo estilos sureños; aquí crecemos sobre los sueños de uva y trigo y casi sin darnos cuenta dignificamos la gesta histórica de los Andes junto a la epopeya de los gringos sembradores.
El objetivo de Rotary tiene entonces todas las posibilidades de plasmarse, porque vemos en la diversidad una sumatoria.
Así contribuye este Distrito al conocimiento mutuo y a la amistad, a la ética de las empresas y de las profesiones; al reconocimiento del valor de toda ocupación útil y a la dignificación de la propia ocupación.
Haciendo con responsabilidad nuestros modestos deberes en cada club y en cada Distrito, haremos posible por efecto multiplicador, que la comprensión, la buena voluntad y la paz reinen entre las naciones con la inspiración de un único ideal de servicio.
O como alguna vez dijera don "Atahualpa Yupanqui: la arena es un puñadito, pero hay montañas de arena”.
No hace mucho, frente a la evolución de circunstancias y por razones de practicidad institucional o administrativa, se dio en crear este joven Distrito. Hoy conforma una nueva unidad geográfica, variada en sus relieves físicos pero consustanciada en sus recursos humanos.
La totalidad de los clubes de las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis y dos del noreste de La Pampa se esfuerzan hoy por mantener y acrecentar el ideario de Rotary, en actitud de entrega y servicio.
Cumplimos hacia fuera porque cuidamos el adentro, donde reina el espíritu de compañerismo y amistad que constituyen las herramientas básicas para la acción solidaria.
Y es esta una prueba más de lo que algunos han dado en llamar “el milagro rotario”.
En nuestro Distrito se amalgaman los acentos cuyanos con la voz llana de La Pampa; se asocian las formas del telurismo, esa influencia que el paisaje imprime en sus hombres y mujeres; se entremezcla la cultura de los hijos de la tonada o la cueca con la que heredamos de lo estilos sureños; aquí crecemos sobre los sueños de uva y trigo y casi sin darnos cuenta dignificamos la gesta histórica de los Andes junto a la epopeya de los gringos sembradores.
El objetivo de Rotary tiene entonces todas las posibilidades de plasmarse, porque vemos en la diversidad una sumatoria.
Así contribuye este Distrito al conocimiento mutuo y a la amistad, a la ética de las empresas y de las profesiones; al reconocimiento del valor de toda ocupación útil y a la dignificación de la propia ocupación.
Haciendo con responsabilidad nuestros modestos deberes en cada club y en cada Distrito, haremos posible por efecto multiplicador, que la comprensión, la buena voluntad y la paz reinen entre las naciones con la inspiración de un único ideal de servicio.
O como alguna vez dijera don "Atahualpa Yupanqui: la arena es un puñadito, pero hay montañas de arena”.
AG Juan Carlos Hardoy R.C. General Pico La Pampa
El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed.
Es más bien una costumbre.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda' ¿unos mates?'
Esto pasa en todas las casas.
En la de los ricos y en la de los pobres.
Pasa entre mujeres, y pasa entre hombres.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse nada en cara; todos los políticos ceban mate sin preguntar.
En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos...
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un retoño de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'.
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno.
Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos...
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un retoño de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'.
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno.
Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena! La charla, no el mate!!
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: Basta, cambiá la yerba!'
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'.
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.
¿SE SINTIERON INCLUIDOS en esta historia, se han sentido identificados?
Bueno ahora cambiamos, y les digo Rotary y la integración es:
Es la solidaridad.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar.
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad.
Es el cariño.
Es la modestia.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir 'gracias'.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.
EGD Daniel Faldutti R.C. Juana Koslay San Luis
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